sábado, 25 de junio de 2011

Impredecible


Capítulo II
Damen Wood, un chico de 22 años quien está en pleno ápice de su carrera en leyes, hijo de uno de los mejores abogados del país, nato en su desarrollo como estudiante en leyes.
Como practicante en la delegación central de los ángeles california llevaba a cabo sus tareas cotidianas, tomando un pequeño suspiro, a la memoria le vino la cara de la chica a quien casi atropella aquel día, un extraño sentimiento de cercanía llamaba su atención y fue interrumpido por el oficial que le pedía el reporte del ultimo individuo al que llevo preso.
-         ¿Terminaste el reporte de Pavel?
-         Si comandante, aquí esta- dijo a su superior el teniente Klein apuntando a los documentos que estaban justo debajo de sus narices.
-         Damen esta noche cubrirás la zona coloreada de plateado en el mapa que se coloco esta mañana en la pizarra, se dará una fiesta y estarán aparte de adolescentes ebrios, un contrabandista de drogas, Parker, un chico de aproximadamente 20 años, pide a Alice que te entregue su foto – El Sr. Klein caminaba hacia la salida de la oficina de Damen y antes de salir apunto con el folder hacia él. – A las 10 p.m en la avenida 6 y Broadway.
-         Si comandante. – Klein solo le hizo un gesto con su cabeza y salió hacia su oficina.
Las horas pasaron rápidamente y antes de salir a cubrir la zona y  a un montón de adolescentes ruidosos llamo a su hermano, quien en su apartamento estaba con su novia tendida debajo de él.
-         Charlie, llegare tarde, estaré en Broadway cuidando la zona. – Damen conocía perfectamente a Charlie, es como leer un libro en el que el final es conocido y él sabía que o estaba estudiando la anatomía de su novia o en verdad lo aprendía de un libro.
-         De acuerdo, cuídate.
-         Y, Charlie saluda a Annabelle.
-         Lárgate a trabajar. – Una risa ahogada en lo más profundo de Damen se pudo escuchar, colgó y salió hacia su trabajo.

En la patrulla yacía él, sólo, con un vaso de café en la mano, tomaba un sorbo cada vez que sentía que su cuerpo se desplomaba en el asiento, fatigado por el trabajo de oficina y uno que otro percance con algún detenido lo dejaban exhausto y cuidar fiestecitas en las que nunca ocurría nada a pesar que el comandante le dijera que habría algún atentado o se encontraría un maleante nunca había nada, conocía la forma de pensar de los rufianes, las pistas infalibles de éstos y la forma de atacar y Damen esta noche solo tendría una noche de desvelo y con solo un par de alcohólicos adolescentes regresaría a la estación.
-         Apuesto cien dólares a que entro a la patrulla y me le monto encima. – La voz de Emily repiqueteaba en su oído, Damen estaba dormido y somnoliento.
-         Em, es un policía, vamos déjalo dormir. – Loretta la jalaba del brazo, incitándola a regresar a dentro, pero Emily ponía una fuerza incontrolable y se soltaba de ella. – Bien haz lo que quieras, harta estoy de protegerte ebria.
-         ¡Bien! – Emily estaba borracha como de costumbre cuando asistía a cualquier fiesta, tenía el maquillaje corrido, algo de sudor en la sien y llevaba la botella de vodka en la mano mientras que con la otra sostenía el cigarro que introducía a su boca. – Veremos que tanto hace este policía. – Sonrío macabramente mirando a Damen que estaba reclinado en su asiento, con la cabeza hacia atrás con el destello de la luna enmarcando perfectamente el delineado de sus labios y se podía entrever la musculatura de su pecho.
Emily camino sigilosamente hasta la puerta del copiloto, tomo el último trago de vodka y  lanzó la botella hacia el césped, dio la última bocanada de cigarro. Abrió la puerta.
Damen con el sueño pesando en su cuerpo había olvidado poner llave a las puertas del auto y la pequeña tigresilla había acechado a su presa y estaba  a punto de atacar. Abrió la puerta del auto y se adentro en el, Damen estaba consciente de que alguien estaba dentro del carro, sentado justamente a su lado, y que era una mujer, con olor a alcohol y perdición, Emily paso sus manos por el tórax, palpo cada hendidura del cuerpo de Damen, las líneas de cada músculo marcado y tensado, la calidez que desprendía calmaba el frío que le recorría el cuerpo, incluso la ponía algo sobria.
Bajo su mano hasta llegar más allá de la hebilla del pantalón y antes de que hiciera el movimiento mas peligroso una mano cálida, grande y musculosa la agarro por la muñeca con tal fuerza que ella tuvo suprimir un gemido.
-         Si pensabas que podrías atraparme, estas muy equivocada. – Sostuvo su muñeca en su mano mientras sacaba las esposas que llevaba detrás del saco, Emily luchaba contra la mano que la sostenía intentando zafarse pero la fuerza de tremendo hombre fue inútil de romper. – Estas arrestada.
-         Idiota, suéltame. – Emily comenzó a patalear y a gritar que Damen la soltase, entre los movimientos bruscos de Emily le hicieron trabajo fácil a Damen para poner las esposas en ambas manos.
¿Sabía con el tipo de chica con la que trataba?, si bajaba del auto para meterla en la parte trasera, sabía que la chica correría a donde fuera para huir y Damen aún con sueño no estaba dispuesto a corretear a una loca ebria esposada hasta que se cayera y mucho menos la dejaría como copiloto, aunque a mitad del camino se quedara dormida mientras tanto podría cometer cualquier locura que pusiera la vida de ambos en peligro.
-         Pasaré sobre ti.
-         Aún quieres que sea buena contigo. – La mirada felina de Emily atrapo los ojos de Damen, le sostuvo la mirada por un momento y ella paso la lengua por su labio inferior intentando seducir al hombre que tenía tan cerca, tanto que podía sentir el respirar de su cuerpo.
-         No te emociones, tipas como tú no provocan en mí ni el más mínimo estremecimiento. – Hizo el movimiento, intentando tener el más mínimo tiempo contacto con su cuerpo pero Emily alzo la rodilla rosándole la entrepierna mientras terminaba de cruzar al otro lado, Damen quedó paralizado por un momento y la miró a los ojos, el microsegundo que sus miradas se cruzaron el grabó en su memoria aquellos ojos azul turquesa que deslumbraban bajo la luz de las estrellas su  mirada similar a la de un gato asustado siendo arisco para defenderse. Emily sintió la calidez en los ojos grisáceos de Damen, su mirada penetrante y autoritaria, lobuna y peligrosa tan peligrosa que solo hacía que Emily sintiera más ganas de aprensarlo y hundirle las manos en su cuerpo. – Ni siquiera lo pienses.
-         No estoy pensando, prefiero actuar. – Cuando intento subir más la pierna, Damen ya estaba casi del todo afuera, la sacó del auto y la adentro en la parte trasera del auto.
-         Vámonos.
-         Mira idiota mas vale que me sueltes o te hare el mejor escándalo de tu vida.
-         Cállate y tal vez sea bueno contigo. – Emily seguía forcejeando la puerta para poder salir corriendo como despavorida a su departamento pero sin resultado de este se quedó quieta y callada, a través de la ventana el brillo plateado de la noche le golpeaba la cara y una lágrima escapada recorrió su mejilla; desde el asiento de adelante Damen miró su espejo retrovisor donde la imagen de aquel felino estaba reposando, mientras observaba como la lagrima recorría el sendero de su mejilla a sus labios un estremecimiento le recorrió el cuerpo. – Ahora recuerdo quién eres.
-         No recuerdo haber tenido sexo contigo ó ¿Si?
-         No suelo hacerlo con mujeres como tú.
-         Comienzo a pensar que tal vez ni siquiera lo hagas.
-         Eres la tonta niña que casi cruzaba la calle sin ver los autos que venían verdad. – Emily entrecerró los ojos mirando a Damen por el espejo retrovisor, miro hacia la calle y vio su imagen en la ventana, se acaricio los labios a modo de duda y se volvió hacia él.
-          – ¡Tú! eres el idiota, hijo de pu… - un bufido salió de su boca y maldijo para sus adentros. – Ahora recuerdo la maldita silueta engreída que tienes.
-         Imposiblemente esta noche tendrás tu castigo
-         Y el tuyo también, no dormirás hasta entregar el reporte de porque me llevas detenida así que si eres bueno podríamos tener sexo y ambos dormir excelente.
-         Acaso eres prostituta
-         No imbécil
-         De acuerdo te liberaré de ese cargo, más no puedo hacer por ti.
Durante el camino Damen comenzaba a perder el control de su cuerpo y sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, en un solo instante, por un breve momento estaba apunto de estamparse en un poste.
-         ¡Hey! IDIOTA me quieres matar o qué, despiertaaaaa policía estúpido. – Los gritos y el retumbar de su corazón tambalearon, pego contra la malla para despertar a Damen
-         Qué demo… - El frío le calo los huesos y le estremeció, con los músculos tensados y las manos al volante tratando de conducir hacia otro lado y su pie hasta el fondo del pedal para frenar, el carro se detuvo a unos cuantos centímetros del poste y maldijo para sus adentros en cuanto se detuvo, el aire frío le quemo la cara, las respiraciones que soltaba eran entrecortadas y forzadas.
-         ¿Estás bien?
-         ¡Estás más idiota o que! Casi nos matas. – Emily sofocaba su dolor cubriendo su garganta con la mano y sudor se acumulaba en su frente, sudor frío que le recorría el cuerpo, el viento que soplaba le helo el cuerpo.
Al bajar del auto Damen reviso el auto y al encontrarlo en perfectas condiciones se dirigió hacia Emily para verificar que no tuviera alguna herida.
Emily lo seguía con la mirada y  en cuanto diviso que se acercaba hacia ella miro a su alrededor, ubicando el lugar en el que se encontraban, cerca de su apartamento para suerte de ella, en cuanto abrió la puerta ella se recostó recargando su mano sobre su frente.
-         Estás herida, te duele algo.
-         No lo sé creo que tengo algo en la frente, me duele mucho y mi cabeza retumba. – Se quejaba con dolor en la voz y molestia en el cuerpo, Damen se acerco a ella, inconscientemente estaba sobre ella.- Déjame ver. – Me duele mucho.
-         Para ser como eres te quejas mucho.
-         Y según tu ¿como soy? – Estaba lista para comenzar a reñir y defenderse, lo mejor que ella sabía hacer, pero se recordó para sí misma que tenía q salir de ahí.
-         Quita la mano y déjame revisarte. – Su mano intentaba alejar la de ella y con la otra se apoyaba en el hueco entre el respaldo del asiento y el cuerpo de Emily, la calidez de sus cuerpos los unía, sentían las respiraciones de ambos, el retumbar de sus corazones estando a un solo aire de ser uno solo, rozaba su pecho contra el de ella y un frío eléctrico le recorrió el cuerpo. Alejó el mechón de cabello que caía sobre el rostro de Emily y limpio el sudor que le humedecía la cara, su rostro iluminado por el brillo de la noche enmarcando el azul turquesa de sus ojos y el peligro en su mirar.
-         Así es como tiene q ser.- Sonrío y subió su pierna a la espalda de Damen envolviéndolo en ella, girándolo, tendiéndolo bajo su cuerpo, bajo su cara y beso su cuello y salió corriendo tal como un felino.
-         ¡Qué demonios! – Se levanto aturdido por la calidez de los labios de Emily que habían rosado su piel, toco el beso, y la vio escapar, con el cansancio profundo en su cuerpo prefirió solo ver como se iba aquel gato que un día caería en sus redes. – Ahhh, ¡niña tonta!

3 comentarios:

lupiizzZ dijo...

COMAAAAAAAAA! *-*
Como le dije al pedazo de mujer que tiene xDDD....Por fin leere esto :'DDD....Ojala y no me deje en el suspenso xDDDD
Lo leere cuando termine con lo demas xDDD...Por favor no me vaya a dejar en la espera cuando lea esto u.u subaaaa!!! DD=
Bueno coma, le deseo suerte con esto :B

Addiie dijo...

Lupiizz(:
hahahaha ya echatela bn bueno coma :3
Graciaaas manaaa
yo le seguire echando bn bno para q quede lulululu superbuenisimo

María Mateos-Jaime dijo...

muy bueno los dos capi
ya quiero másssssssssss

Publicar un comentario

Deja un comentario!!!

sábado, 25 de junio de 2011

Impredecible

Publicado por Addiee M. M. en 18:43

Capítulo II
Damen Wood, un chico de 22 años quien está en pleno ápice de su carrera en leyes, hijo de uno de los mejores abogados del país, nato en su desarrollo como estudiante en leyes.
Como practicante en la delegación central de los ángeles california llevaba a cabo sus tareas cotidianas, tomando un pequeño suspiro, a la memoria le vino la cara de la chica a quien casi atropella aquel día, un extraño sentimiento de cercanía llamaba su atención y fue interrumpido por el oficial que le pedía el reporte del ultimo individuo al que llevo preso.
-         ¿Terminaste el reporte de Pavel?
-         Si comandante, aquí esta- dijo a su superior el teniente Klein apuntando a los documentos que estaban justo debajo de sus narices.
-         Damen esta noche cubrirás la zona coloreada de plateado en el mapa que se coloco esta mañana en la pizarra, se dará una fiesta y estarán aparte de adolescentes ebrios, un contrabandista de drogas, Parker, un chico de aproximadamente 20 años, pide a Alice que te entregue su foto – El Sr. Klein caminaba hacia la salida de la oficina de Damen y antes de salir apunto con el folder hacia él. – A las 10 p.m en la avenida 6 y Broadway.
-         Si comandante. – Klein solo le hizo un gesto con su cabeza y salió hacia su oficina.
Las horas pasaron rápidamente y antes de salir a cubrir la zona y  a un montón de adolescentes ruidosos llamo a su hermano, quien en su apartamento estaba con su novia tendida debajo de él.
-         Charlie, llegare tarde, estaré en Broadway cuidando la zona. – Damen conocía perfectamente a Charlie, es como leer un libro en el que el final es conocido y él sabía que o estaba estudiando la anatomía de su novia o en verdad lo aprendía de un libro.
-         De acuerdo, cuídate.
-         Y, Charlie saluda a Annabelle.
-         Lárgate a trabajar. – Una risa ahogada en lo más profundo de Damen se pudo escuchar, colgó y salió hacia su trabajo.

En la patrulla yacía él, sólo, con un vaso de café en la mano, tomaba un sorbo cada vez que sentía que su cuerpo se desplomaba en el asiento, fatigado por el trabajo de oficina y uno que otro percance con algún detenido lo dejaban exhausto y cuidar fiestecitas en las que nunca ocurría nada a pesar que el comandante le dijera que habría algún atentado o se encontraría un maleante nunca había nada, conocía la forma de pensar de los rufianes, las pistas infalibles de éstos y la forma de atacar y Damen esta noche solo tendría una noche de desvelo y con solo un par de alcohólicos adolescentes regresaría a la estación.
-         Apuesto cien dólares a que entro a la patrulla y me le monto encima. – La voz de Emily repiqueteaba en su oído, Damen estaba dormido y somnoliento.
-         Em, es un policía, vamos déjalo dormir. – Loretta la jalaba del brazo, incitándola a regresar a dentro, pero Emily ponía una fuerza incontrolable y se soltaba de ella. – Bien haz lo que quieras, harta estoy de protegerte ebria.
-         ¡Bien! – Emily estaba borracha como de costumbre cuando asistía a cualquier fiesta, tenía el maquillaje corrido, algo de sudor en la sien y llevaba la botella de vodka en la mano mientras que con la otra sostenía el cigarro que introducía a su boca. – Veremos que tanto hace este policía. – Sonrío macabramente mirando a Damen que estaba reclinado en su asiento, con la cabeza hacia atrás con el destello de la luna enmarcando perfectamente el delineado de sus labios y se podía entrever la musculatura de su pecho.
Emily camino sigilosamente hasta la puerta del copiloto, tomo el último trago de vodka y  lanzó la botella hacia el césped, dio la última bocanada de cigarro. Abrió la puerta.
Damen con el sueño pesando en su cuerpo había olvidado poner llave a las puertas del auto y la pequeña tigresilla había acechado a su presa y estaba  a punto de atacar. Abrió la puerta del auto y se adentro en el, Damen estaba consciente de que alguien estaba dentro del carro, sentado justamente a su lado, y que era una mujer, con olor a alcohol y perdición, Emily paso sus manos por el tórax, palpo cada hendidura del cuerpo de Damen, las líneas de cada músculo marcado y tensado, la calidez que desprendía calmaba el frío que le recorría el cuerpo, incluso la ponía algo sobria.
Bajo su mano hasta llegar más allá de la hebilla del pantalón y antes de que hiciera el movimiento mas peligroso una mano cálida, grande y musculosa la agarro por la muñeca con tal fuerza que ella tuvo suprimir un gemido.
-         Si pensabas que podrías atraparme, estas muy equivocada. – Sostuvo su muñeca en su mano mientras sacaba las esposas que llevaba detrás del saco, Emily luchaba contra la mano que la sostenía intentando zafarse pero la fuerza de tremendo hombre fue inútil de romper. – Estas arrestada.
-         Idiota, suéltame. – Emily comenzó a patalear y a gritar que Damen la soltase, entre los movimientos bruscos de Emily le hicieron trabajo fácil a Damen para poner las esposas en ambas manos.
¿Sabía con el tipo de chica con la que trataba?, si bajaba del auto para meterla en la parte trasera, sabía que la chica correría a donde fuera para huir y Damen aún con sueño no estaba dispuesto a corretear a una loca ebria esposada hasta que se cayera y mucho menos la dejaría como copiloto, aunque a mitad del camino se quedara dormida mientras tanto podría cometer cualquier locura que pusiera la vida de ambos en peligro.
-         Pasaré sobre ti.
-         Aún quieres que sea buena contigo. – La mirada felina de Emily atrapo los ojos de Damen, le sostuvo la mirada por un momento y ella paso la lengua por su labio inferior intentando seducir al hombre que tenía tan cerca, tanto que podía sentir el respirar de su cuerpo.
-         No te emociones, tipas como tú no provocan en mí ni el más mínimo estremecimiento. – Hizo el movimiento, intentando tener el más mínimo tiempo contacto con su cuerpo pero Emily alzo la rodilla rosándole la entrepierna mientras terminaba de cruzar al otro lado, Damen quedó paralizado por un momento y la miró a los ojos, el microsegundo que sus miradas se cruzaron el grabó en su memoria aquellos ojos azul turquesa que deslumbraban bajo la luz de las estrellas su  mirada similar a la de un gato asustado siendo arisco para defenderse. Emily sintió la calidez en los ojos grisáceos de Damen, su mirada penetrante y autoritaria, lobuna y peligrosa tan peligrosa que solo hacía que Emily sintiera más ganas de aprensarlo y hundirle las manos en su cuerpo. – Ni siquiera lo pienses.
-         No estoy pensando, prefiero actuar. – Cuando intento subir más la pierna, Damen ya estaba casi del todo afuera, la sacó del auto y la adentro en la parte trasera del auto.
-         Vámonos.
-         Mira idiota mas vale que me sueltes o te hare el mejor escándalo de tu vida.
-         Cállate y tal vez sea bueno contigo. – Emily seguía forcejeando la puerta para poder salir corriendo como despavorida a su departamento pero sin resultado de este se quedó quieta y callada, a través de la ventana el brillo plateado de la noche le golpeaba la cara y una lágrima escapada recorrió su mejilla; desde el asiento de adelante Damen miró su espejo retrovisor donde la imagen de aquel felino estaba reposando, mientras observaba como la lagrima recorría el sendero de su mejilla a sus labios un estremecimiento le recorrió el cuerpo. – Ahora recuerdo quién eres.
-         No recuerdo haber tenido sexo contigo ó ¿Si?
-         No suelo hacerlo con mujeres como tú.
-         Comienzo a pensar que tal vez ni siquiera lo hagas.
-         Eres la tonta niña que casi cruzaba la calle sin ver los autos que venían verdad. – Emily entrecerró los ojos mirando a Damen por el espejo retrovisor, miro hacia la calle y vio su imagen en la ventana, se acaricio los labios a modo de duda y se volvió hacia él.
-          – ¡Tú! eres el idiota, hijo de pu… - un bufido salió de su boca y maldijo para sus adentros. – Ahora recuerdo la maldita silueta engreída que tienes.
-         Imposiblemente esta noche tendrás tu castigo
-         Y el tuyo también, no dormirás hasta entregar el reporte de porque me llevas detenida así que si eres bueno podríamos tener sexo y ambos dormir excelente.
-         Acaso eres prostituta
-         No imbécil
-         De acuerdo te liberaré de ese cargo, más no puedo hacer por ti.
Durante el camino Damen comenzaba a perder el control de su cuerpo y sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, en un solo instante, por un breve momento estaba apunto de estamparse en un poste.
-         ¡Hey! IDIOTA me quieres matar o qué, despiertaaaaa policía estúpido. – Los gritos y el retumbar de su corazón tambalearon, pego contra la malla para despertar a Damen
-         Qué demo… - El frío le calo los huesos y le estremeció, con los músculos tensados y las manos al volante tratando de conducir hacia otro lado y su pie hasta el fondo del pedal para frenar, el carro se detuvo a unos cuantos centímetros del poste y maldijo para sus adentros en cuanto se detuvo, el aire frío le quemo la cara, las respiraciones que soltaba eran entrecortadas y forzadas.
-         ¿Estás bien?
-         ¡Estás más idiota o que! Casi nos matas. – Emily sofocaba su dolor cubriendo su garganta con la mano y sudor se acumulaba en su frente, sudor frío que le recorría el cuerpo, el viento que soplaba le helo el cuerpo.
Al bajar del auto Damen reviso el auto y al encontrarlo en perfectas condiciones se dirigió hacia Emily para verificar que no tuviera alguna herida.
Emily lo seguía con la mirada y  en cuanto diviso que se acercaba hacia ella miro a su alrededor, ubicando el lugar en el que se encontraban, cerca de su apartamento para suerte de ella, en cuanto abrió la puerta ella se recostó recargando su mano sobre su frente.
-         Estás herida, te duele algo.
-         No lo sé creo que tengo algo en la frente, me duele mucho y mi cabeza retumba. – Se quejaba con dolor en la voz y molestia en el cuerpo, Damen se acerco a ella, inconscientemente estaba sobre ella.- Déjame ver. – Me duele mucho.
-         Para ser como eres te quejas mucho.
-         Y según tu ¿como soy? – Estaba lista para comenzar a reñir y defenderse, lo mejor que ella sabía hacer, pero se recordó para sí misma que tenía q salir de ahí.
-         Quita la mano y déjame revisarte. – Su mano intentaba alejar la de ella y con la otra se apoyaba en el hueco entre el respaldo del asiento y el cuerpo de Emily, la calidez de sus cuerpos los unía, sentían las respiraciones de ambos, el retumbar de sus corazones estando a un solo aire de ser uno solo, rozaba su pecho contra el de ella y un frío eléctrico le recorrió el cuerpo. Alejó el mechón de cabello que caía sobre el rostro de Emily y limpio el sudor que le humedecía la cara, su rostro iluminado por el brillo de la noche enmarcando el azul turquesa de sus ojos y el peligro en su mirar.
-         Así es como tiene q ser.- Sonrío y subió su pierna a la espalda de Damen envolviéndolo en ella, girándolo, tendiéndolo bajo su cuerpo, bajo su cara y beso su cuello y salió corriendo tal como un felino.
-         ¡Qué demonios! – Se levanto aturdido por la calidez de los labios de Emily que habían rosado su piel, toco el beso, y la vio escapar, con el cansancio profundo en su cuerpo prefirió solo ver como se iba aquel gato que un día caería en sus redes. – Ahhh, ¡niña tonta!

3 comentarios on "Impredecible"

lupiizzZ on 26 de junio de 2011, 17:56 dijo...

COMAAAAAAAAA! *-*
Como le dije al pedazo de mujer que tiene xDDD....Por fin leere esto :'DDD....Ojala y no me deje en el suspenso xDDDD
Lo leere cuando termine con lo demas xDDD...Por favor no me vaya a dejar en la espera cuando lea esto u.u subaaaa!!! DD=
Bueno coma, le deseo suerte con esto :B

Addiie on 26 de junio de 2011, 22:40 dijo...

Lupiizz(:
hahahaha ya echatela bn bueno coma :3
Graciaaas manaaa
yo le seguire echando bn bno para q quede lulululu superbuenisimo

María Mateos-Jaime on 27 de junio de 2011, 9:04 dijo...

muy bueno los dos capi
ya quiero másssssssssss

Publicar un comentario

Deja un comentario!!!